Hungría votará en contra de una resolución de Naciones Unidas que recuerda el genocidio de musulmanes bosnios en Srebrenica en 1995, declaró el miércoles el ministro de Exteriores, argumentando que esto inflamaría las tensiones en el país balcánico y la región circundante.
El canciller húngaro Péter Szijjártó recibió al líder serbobosnio Milorad Dodik en la capital Budapest, donde Szijjártó acusó a la ONU, así como al alto representante para Bosnia y Herzegovina, de tomar medidas para desestabilizar el país que fue devastado en la guerra de 1992-1995.
Durante ese conflicto, más de 8.000 hombres y niños musulmanes bosnios fueron ejecutados por tropas serbobosnias en Srebrenica, un enclave bosnio oriental. Las víctimas fueron arrojadas en fosas comunes.
El miércoles, Szijjártó dijo que Hungría votaría en contra de la resolución de la ONU sobre lo que llamó la “tragedia de Srebrenica” porque “intencionalmente o no, demonizaría a toda la nación serbia”.
“Creemos que los actores políticos internacionales deberían poner fin a la escalada de tensiones en Bosnia y Herzegovina, terminar con la amenaza de sanciones y acabar con la interferencia violenta en sus asuntos internos”, dijo Szijjártó.
La resolución de la ONU es apoyada por políticos bosnios en Bosnia y por países europeos y Estados Unidos. Propuesta por Alemania y Ruanda, designaría el 11 de julio como el “Día Internacional de Reflexión y Conmemoración del Genocidio de 1995 en Srebrenica”.
Los serbios de Bosnia y la vecina Serbia se oponen porque argumenta que la resolución etiquetaría a los serbios como una “nación genocida”. Los serbios cuentan con el apoyo de Rusia y China.
Tribunales internacionales en La Haya, Holanda, han calificado el crimen en Srebrenica como un genocidio, el primero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Altos oficiales del ejército serbio de Bosnia y líderes políticos también han sido condenados por genocidio por jueces de la ONU.
Dodik, el líder separatista serbobosnio de la entidad de mayoría serbia llamada Republika Srpska, niega que la masacre en Srebrenica fuera un genocidio.
El miércoles dijo que el lado serbio “no disputa que se cometió un crimen terrible en Srebrenica”, pero que la resolución de la ONU “desestabilizaría la situación en Bosnia y Herzegovina hasta el punto de paralizar completamente cualquier posible relación”.