Un escandalo de presunta corrupción sacudió este martes el tablero político de Italia a un mes de las elecciones europeas. Giovanni Toti, presidente de la región de Liguria y aliado del gobierno de Giorgia Meloni, y el ex director del puerto de Génova, Paolo Emilio Signorini, fueron detenidos en el marco de una investigación por denuncias de corrupción que también apuntan a autoridades que presuntamente tienen vínculos con la mafia.
La investigación de la fiscalía genovesa y la policía financiera italiana apunta al que parece ser un aceitado sistema en la turística región del noroeste que preveía favores a empresas y empresarios a cambio de dinero y regalo lujosos. Casi un nuevo mani pulite a orillas del Mediterráneo.
La fiscalía está investigando a diez personas por este caso, incluyendo a Toti, presidente de Liguria desde 2015 y a punto de concluir su segundo mandato, y Signorini, que fue presidente hasta agosto de 2023 de la Autoridad Portuaria de Génova, el más importante puerto de Italia.
En la gran operación desarrollada esta madrugada por los agentes de la policía financiera italiana se incautaron 570.000 euros tanto en dinero como en bienes de tres de los empresarios involucrados en la trama.
Las acusaciones
Toti, de 55 años, está bajo arresto domiciliario acusado de haber aceptado 74.100 euros (79.700 dólares) para su campaña del conocido empresario Aldo Spinelli y de su hijo Roberto, a cambio de favores.
Entre ellos figuraban, supuestamente, acelerar la renovación por 30 años del arrendamiento de una terminal portuaria de Génova a una empresa controlada por la familia Spinelli, aprobada en diciembre de 2021. Cinco días después de la renovación, salieron de cuatro empresas de Spinelli transferencias por un total de 40.000 euros para el comité electoral de Toti.
Sobre la mesa también había concesiones en autopistas locales, además de favores publicitarios y privatizaciones de espacios públicos.
Según los investigadores, Toti “facilitó” la tramitación para construir un complejo de viviendas de lujo en Punta del Olmo, un enclave natural junto al mar a unos 40 kilómetros de Génova, así como “encontrar una solución” para privatizar la playa que se encuentra junto al mismo. Operación, dice la Fiscalía, exitosa. En efecto, desde hace un par de años en la zona comenzaron las obras para la operación inmobiliaria, valuada en cien millones de euros.