El perjucio de no jugar la Supercopa de España no solo es económico para el club blaugrana.
La derrota en Montilivi contra el Girona (4-2) ha descabalgado al Barça de la segunda posición de la clasificación de LaLiga EA Sports. Esto significa que en estos momentos sería el conjunto de Míchel el que completaría el cartel de la Supercopa de España junto a Real Madrid, Mallorca y Ahtletic en lugar del equipo blaugrana.
Tras caer en los cuartos de final de la Champions League contra el PSG y despedirse del título de Liga con la polémica derrota en el Santiago Bernabéu, la segunda plaza es el último objetivo que le queda al conjunto que dirige Xavi. Un objetivo que el Barça necesita en un momento en que su situación económica es complicada.
Recordemos que la participación en la Supercopa de España significa una inyección económica nada desdeñable para la entidad culer, ya que el Barça tiene asegurado un fijo de seis millones solo por participar, una cifra que puede elevarse hasta los 7,5 millones en caso de conquistar el título.
Pero más allá de consideraciones económicas, quedar fuera de la Supercopa de España también reportaría un perjuicio deportivo al conjunto de Xavi Hernández. Además de quedarse sin una opción de título, el Barça se vería obligado a disputar las dos primeras rondas de la Copa del Rey. Dos incómodos compromisos a partido único, en campo contrario y en unas fechas en las que el nivel físico del equipo aún es incipiente y con el calendario muy condensado.
Las últimas temporadas, el Barça ha iniciado su camino en la Copa del Rey en los dieciseisavos de final, en el mes de enero, una vez finalizada la fase de grupos de la Champions League y cuando la máxima competición hace el paréntesis invernal. Es uno de los grandes privilegios de los que gozan los cuatro participantes de la Supercopa de España.
Quedar fuera de esta competición obligaría al Barça a competir en el torneo del KO desde la segunda ronda, que se disputa entre finales de octubre y principios de noviembre. En caso de clasificar, aún tendría la tercera ronda previa, prevista para finales de noviembre y principios de diciembre. Dos eliminatorias que se incrustan en plena fase de grupos de la Champions League.
Todo ello con la amenaza de un tropiezo prematuro no deseado. Cabe recordar que en estas primeras rondas acostumbra a haber sorpresas. Sin ir más lejos, esta última edición, dos equipos de Primera quedaron apeados en la tercera ronda. El Almería, a manos del Barbastro, que acabó siendo rival del Barça, y el Cádiz, a manos de la Arandina.