Desde hace décadas se habla de la importancia del voto latino, pero esta expectativa no necesariamente se convierte en realidad. Los hispanos son un porcentaje apetecible para los políticos, pero eso no se refleja en la cantidad de latinos que efectivamente emiten su voto, o en la publicidad y recursos que destinan los partidos demócrata y republicano para capturar una población electoral que, por su volumen, podría definir una elección.
Para noviembre del 2024, más de 36 millones de hispanos están aptos para votar, es decir, el 14,7% de toda la población electoral estadounidense. En el 2020, esta cifra era de 32,3 millones y quienes finalmente fueron a las urnas superó los 16 millones, que significó un récord para los latinos en cuanto a participación, pero se quedaron a mitad de camino.
“Yo soy un poco más crítico de esta concepción de que el voto hispano es determinante y tiene la capacidad de definir una elección presidencial, porque realmente no ha tenido esta característica de ser un voto bisagra. Uno de los motivos es el abstencionismo”, señala a este Diario el analista mexicano Fausto Carbajal, internacionalista y consultor en riesgo político y seguridad.
Según un estudio de la organización Americas Society, en las elecciones legislativas del 2022, la participación electoral de los latinos fue de 37,9%, mientras que el promedio nacional fue de 46%. El desinterés se centra, sobre todo, en la población más joven, entre 18 y 29 años, donde solo votó el 14%.
Para Mark López, director de Investigación sobre Raza y Etnicidad en el Pew Research Center, en Washington DC, hay varios factores importantes que podrían impulsar a los votantes latinos ir a las urnas este noviembre. “El contacto entre los candidatos y los votantes latinos es importante y también saber identificar dónde viven. Estados claves como Nevada y Arizona van a tener más atención de los candidatos y eso impulsará la participación de los hispanos en esos estados”, expresa.
Aunque tanto el Partido Demócrata como el Republicano están invirtiendo más tiempo y dinero en conquistar el voto hispano, sobre todo en medios de comunicación latinos en EE.UU., inclusive utilizando el idioma español, el esfuerzo aún queda corto. También en el 2022, de acuerdo a cifras de Americas Society, los demócratas gastaron 54 millones de dólares y los republicanos casi 30 millones. Pero esto representó apenas el 2,5% del gasto total en medios para los demócratas y el 1% para los republicanos.
El voto latino en cifras
- Hay más de 64 millones de hispanos en Estados Unidos, es decir el 19,1% de la población total del país.
- Unos 36,2 millones de hispanos están aptos para votar en este 2024, lo que representa el 14,7% de toda la población electoral de EE.UU.
- Esto significa un aumento del 153% respecto al año 2000.
- En el 2020, la cifra de votantes hispanos fue de 32,3 millones.
- La población hispana de Estados Unidos aumenta cada año en 1 millón de personas. Para el 2060, se proyecta que la población hispana supere el 27,5%.
- Más de 58 millones de estadounidenses hablan español y el 63% de los latinos en EE.UU. usa el spanglish.
- Según una encuesta de abril del Pew Research Center, el 52% de los votantes latinos apoya al presidente Joe Biden y el 44% votaría por Donald Trump.
“El abstencionismo también se explica porque los hispanos no se sienten verdaderamente representados por ninguno de los dos partidos. En el caso de los demócratas -que suelen tener el apoyo de los latinos, pero ese porcentaje está bajando- se refleja una incapacidad de involucrar y postular a candidatos hispanos a puestos de elección popular. Y el Partido Republicano ha subido el tono a su discurso antiinmigratorio e incluso discriminatorio hacia los latinos”, refiere Carbajal.
A esto habría que agregar las maniobras políticas, sobre todo de las autoridades locales republicanas, que suelen cambiar las características de las circunscripciones electorales y dificultan el acceso al voto de las minorías.
Adiós a los demócratas
Un informe del Pew Research Center también detalla cómo el Partido Demócrata ha venido perdiendo el voto hispano. En los últimos 20 años han controlado entre el 65% y 70% de apoyo, mientras los republicanos recibían el 30%. Para el 2022, las cifras se situaron en 60% y 40%, respectivamente.
“El Partido Demócrata está en un replanteamiento de identidad sobre qué causas son por las que tienen que luchar. En general, el voto hispano tiende a ser más tradicionalista y para muchos de ellos los demócratas se están volviendo muy progresistas. Para algunos, temas como el aborto, la identidad sexual o el género hacen demasiado ruido. Entonces, muchos latinos se están decantando por los republicanos por una cuestión ideológica y cultural”, comenta Carbajal.
El analista mexicano incluso considera que para este 2024 el apoyo de los hispanos hacia ambos partidos podría volverse más equilibrado.
En este aspecto, es importante señalar que el voto latino tampoco es homogéneo. El hecho que históricamente hayan votado más por los demócratas, no significa que sea un bloque unitario.
El voto latino en elecciones pasadas:
- 2012: 71% (Partido Demócrata), 27% (Partido Republicano)
- 2016: 66% (Partido Demócrata), 28% (Partido Republicano)
- 2020: 59% (Partido Demócrata), 38% (Partido Republicano)
“Los votantes latinos tienen diferentes opiniones en temas como el aborto o la inmigración. Y en sus características demográficas, hay mexicanos, cubanos, dominicanos, salvadoreños y muchos más. Sin embargo, esta diversidad no es una tendencia nueva. En el 2004, por ejemplo, el 44% de los latinos votaron por el republicano George W. Bush”, recuerda López.
“Tenemos votantes mexicoamericanos que incluso difieren de acuerdo a los estados, sea que estén en Arizona, Texas o Colorado. En Florida, que sí es un ‘swing state’, es muy importante el voto cubanoamericano y ahora el voto venezolano, y son más republicanos”, agrega Carbajal.
Bienvenido el español
Según los cálculos del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), para este noviembre se espera la participación de 17,5 millones de hispanos para una población que ya supera los 64 millones en el país.
Ante ello, los políticos han decidido apostar cada vez más por el idioma español para así conquistar más votantes latinos y hacerles sentir que su representación cuenta.
Un informe de la organización The Hispanic Council señala que un 25% de todos los congresistas usa el español en sus comunicaciones. “En la Cámara de Representantes, 50 congresistas son de origen hispano, mientras que más del doble -113 representantes- usan el español. En el Senado, solo hay seis hispanos, pero 47 senadores utiliza el español”, señala el documento, que agrega que son los demócratas los que utilizan el idioma con más frecuencia: “Más del 70% de los senadores demócratas usan el español y en la Cámara de Representantes ya superan el 43%”.
La campaña del presidente Joe Biden también se ha subido a esta tendencia y varios avisos publicitarios en estados con fuerte presencia de hispanos, como Arizona, Texas o Florida, se emiten en inglés y español. Uno de ellos es un reciente anuncio sobre el derecho al aborto titulado “Fuerte”, que se ha publicado en TV, radio y redes sociales.
ESTADO CLAVE
Arizona podría cambiar el rumbo
En cada elección presidencial, la atención se centra en los llamados ‘swing states’, aquellos estados que no suelen ser históricamente demócratas o republicanos y terminan definiendo al ganador.
Para este 2024 se han establecido como tales a Nevada, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona. Es en este último donde el voto hispano será fundamental pues un tercio de su población es latina.
Según el portal Five Thirty Eight, que suele hacer pronósticos en base al promedio de las encuestas, el republicano Donald Trump lleva ventaja sobre el presidente Joe Biden (43% sobre 39,8%), pese a que en las elecciones del 2020, el demócrata ganó en este estado gracias a los votos de la comunidad hispana.
Debido a ello, las campañas de ambos candidatos están dedicando sus esfuerzos en conquistar a los latinos, sobre todo a aquellos de origen mexicano, que son mayoría en Arizona.