El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le pidió este viernes al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, que haya «equilibrio» en las relaciones comerciales entre ambos países y que permita la importación de carne brasileña.
Lula afirmó durante la visita de Kishida a Brasilia que es necesario que el comercio sea recíproco para que los dos países se sientan «cómodos», y tachó de «problema» el hecho de que los intercambios bilaterales hayan caído en los últimos años hasta los 11.000 millones de dólares actuales.
«El comercio bueno no es aquel en el que uno vende y el otro no compra nada; el comercio bueno es un camino de dos direcciones», declaró en el Palacio presidencial de Planalto.
En ese sentido, Lula destacó la calidad y el buen precio de la carne brasileña y expresó su deseo de que después de la visita a Brasil, el mayor productor mundial de carne bovina, Kishida autorice la importación, hasta ahora bloqueada por las restricciones sanitarias de Japón.
«Lleven al primer ministro a comer un churrasco al mejor restaurante de São Paulo para que la próxima semana empiece a importar nuestra carne», declaró, dirigiéndose a sus ministros.
Kishida no se refirió al asunto de la carne, pero dijo querer llevar la cooperación económica bilateral «al próximo nivel» y afirmó que su Gobierno estudiará maneras de «fortalecer» las relaciones con el bloque comercial del Mercosur.
Además, el primer ministro habló de la importancia de reforzar la ONU ante la «difícil situación internacional», así como de trabajar hacia una reforma del Consejo de Seguridad, en el que ambos países aspiran desde hace años a un asiento permanente.
Durante la visita a Brasilia, en la que participaron 150 empresarios y funcionarios japoneses, los dos líderes firmaron cerca de 40 acuerdos de cooperación en las áreas de ciberseguridad, ciencia y tecnología, agricultura y medio ambiente.
Este mismo viernes, Kishida tiene previsto viajar a Paraguay y el sábado el primer ministro japonés regresará a Brasil para una serie de reuniones con empresarios y descendientes de japoneses en São Paulo.
Brasil cuenta con la mayor comunidad de descendientes de japoneses fuera de Japón, estimada en más de dos millones de personas, y el país asiático abriga, a su vez, a la quinta mayor agrupación de brasileños en el exterior, unos 211.000.