Buscadores voluntarios dijeron que encontraron un crematorio clandestino en la Ciudad de México, aunque se desconoce si la evidencia encontrada en el lugar respaldaría estas afirmaciones.
Es la primera vez en la memoria reciente que alguien dice haber hallado ese tipo de depósito de cadáveres en la capital. En el norte de México, los cárteles de la droga suelen usar barriles llenos de diésel o sustancias cáusticas para incinerar o disolver restos humanos, pero hasta ahora ha habido poca evidencia de ello en Ciudad de México.
Ceci Flores, la líder de uno de los colectivos de madres buscadoras en el norte de México, anunció en redes sociales el martes que su equipo había encontrado restos óseos alrededor de un pozo chamuscado en una zona rural del sur de la ciudad.
Añadió que el equipo encontró restos óseos, fosas clandestinas y cédulas de identidad en el lugar.
Ulises Lara, titular de la fiscalía de la Ciudad de México, señaló más tarde que la policía acudió a las direcciones que aparecen en las identificaciones y “se hizo la búsqueda y ambas personas, tanto el menor como la femenina, fueron encontradas con vida y en situación normal, saludable”.
El descubrimiento, de confirmarse, sería bochornoso para el partido gobernante, el cual ha estado al frente de la Ciudad de México por décadas y asegura que la capital ha librado gran parte de la violencia de los cárteles narcotraficantes que aflige a otras partes del país.
Ello se debe en gran parte a la densa concentración demográfica de la ciudad, su tráfico notoriamente lento, su extensa red de cámaras de seguridad y su abultada fuerza policial, que posiblemente le dificulta a los criminales actuar de la misma manera que lo hacen en el resto del país.
Pero si bien la ciudad tiene 9 millones de habitantes y la zona metropolitana tiene alrededor de 20 millones, gran parte del sector sur de la urbe sigue siendo una combinación de granjas, bosques y montañas. En esas zonas, no es inaudito que los criminales se deshagan de cadáveres de personas secuestradas, pero rara vez las queman o entierran.