La Universidad de Georgia está enfrentando críticas por el trato hacia los estudiantes arrestados durante las protestas contra el genocidio en Gaza del lunes.
Según los estudiantes, muchos de los 16 manifestantes arrestados eran alumnos de la UGA y también fueron suspendidos de clases.
«No estábamos impidiendo que ningún estudiante asistiera a clase. No estábamos siendo disruptivos», señaló Zeena Mohamed, una de las organizadoras de la protesta del lunes en la UGA.
Mohamed fue una de los 11 estudiantes arrestados mientras protestaban por el genocidio en Gaza. Después de salir de la cárcel, se enteró de que la universidad la había suspendido de sus clases y de todas las actividades del campus. Mohamed señaló que esta suspensión de la escuela añade un problema adicional a su batalla legal como acusada en un caso de invasión de propiedad privada.
«Es ilógico que sus actividades académicas se vean afectadas de esta manera», comentó Janet Frick, profesora asociada de psicología de la UGA. Frick consideró que las suspensiones fueron duras e innecesarias.
«La suspensión inmediata no es normal. Y no tiene sentido para mí por qué los estudiantes que participan en protestas políticas reciben un castigo más severo que el que recibiría un estudiante si hiciera trampa en un examen final de mi clase», agregó Frick.
«Mis profesores se han acercado a mí para decirme lo mismo, que creen que se trata de medidas demasiado agresivas tomadas por la universidad», añadió Mohamed.