Andrés Manuel debilitado sigue siendo muy imprudente. Más allá de lo incómodo que puedan ser sus declaraciones, sigue fomentando el divisionismo social y poniendo a México en las noticias internacionales por la forma de pensar y, sobre todo, de actuar del gobierno mexicano. No cuida, porque en su perfil autoritario no le importa, las repercusiones de sus actos y sus dichos. Cada mañanera es una caja de sorpresas, de igual forma, las giras que realiza, porque, además, le gusta hablar. La descalificación, la crítica y el insulto son sus formas habituales de comunicación y de expresar su poder; de enaltecerse a sí mismo y lo más grave, de tomar y justificar las decisiones.
Sus expresiones desafortunadas no solo no resuelven los problemas, sino que los hace más graves. Ejemplos hay muchos, pero repasemos dos temas que duelen a la sociedad y que tienen que ver con la seguridad y la imagen de los médicos mexicanos.
Proteger delincuentes. Conforme a su pensamiento de “abrazos no balazos” el presidente calificó como “actitud responsable” que elementos del Ejército se hayan retirado de la zona luego de una persecución por parte de un grupo armado en Mújica, Michoacán.
“Ayer en las redes sociales circuló un video en donde unos presuntos delincuentes van detrás de unas camionetas del ejército, los van siguiendo. Entonces eso se usó para decir ‘¿En qué país vivimos?’ hasta personajes famosos, desde luego del partido conservador, hablando de que no había autoridad, de cómo se humillaba así al ejército…muchos celebraban de que era el mundo al revés, pues para mí fue una actitud responsable… cuidamos a los elementos de las fuerzas armadas, de la Defensa, de la guardia nacional, pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos”, expresó.
Ante lo asombroso de su declaración señaló: “No fue un desliz, así pienso…”, expresó. Y mientras él protege delincuentes y su secretaria de seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dice que todo está muy bien, la incidencia delictiva en el país va en incremento pese a la Guardia Nacional.
Médicos cubanos. Andrés Manuel debilitado reiteró su decisión de contratar médicos cubanos, quienes cubrirán plazas en lugares remotos de México dado que hay un déficit de aproximadamente 50 mil médicos generales y especialistas en el país, quienes no aceptan ser asignados a zonas lejanas o de difícil acceso.
“Claro que hay en el país, racismo y discriminación; esto, por ejemplo, de los médicos que van a venir a ayudar, ¿qué no la salud es un derecho humano? ¿Qué tiene qué ver con la cuestión ideológica? bueno, hasta en el deporte, ¿por qué no se traen futbolistas y beisbolistas de otros países? Pero es un dogmatismo enfermizo”.
“Ahora hay una polémica porque vamos a contratar … sabemos que no nos van a alcanzar porque estos irresponsables corruptos nos dejaron sin médicos, no tenemos en México los médicos que necesita nuestro pueblo. Esto tiene a los conservadores muy enojados, pues saben, ¡que se vayan al carajo! porque lo primero es la salud del pueblo”, dijo mientras se encontraba de visita en Sonora.
“Los médicos cubanos ya han estado ayudando cuando el COVID y les agradecemos muchísimo y la verdad es una vileza que, por cuestiones políticas, ideológicas, por conservadurismo, por una forma retrógrada de pensar, se descalifique”.
Como es de suponer, las declaraciones anteriores generaron molestia por parte de asociaciones de especialistas quienes señalaron que se cuenta con personal de salud preparado y, además, muchos de ellos están desempleados o con trabajos eventuales y salarios muy bajos. Organizaciones médicas señalan que no hay déficit de especialistas sino de plazas.
No se tiene nada en contra de los cubanos quienes ya tienen su propia lucha en su país, lo que se cuestiona es la forma en que se soluciona el problema de atención médica que antes de priorizar a los mexicanos y resolver situaciones sanitarias relacionadas, se opta por la contratación de extranjeros. Y aunque ya se abrió la convocatoria de plazas para médicos, la decisión está tomada como parte de los acuerdos con La Habana, será una contratación ideológica pues el pago es para el gobierno cubano.
Falta de empatía, frustración y dudosa inteligencia puedan ser los atributos que expliquen esta forma habitual de toma de decisiones y de comunicación que descalifica a AMLO debilitado.