La primera semana de abril será tiempo de respuestas. El Congreso programó audiencias para que las grandes compañías petroleras y de gas pudieran responder al pueblo estadounidense y compartir la razón por la cual no han podido estabilizar los precios de la gasolina durante la crisis en curso en Ucrania, a pesar de sus ganancias récord. Al menos seis directores ejecutivos de compañías petroleras y de gas se presentarán ante el Congreso luego que algunos de ellos recibieran fuertes críticas por rechazar una invitación por parte del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes.
Mientras nosotros batallamos para pagar las facturas de electricidad y los precios de la gasolina, ellos se benefician y este es el momento para que respondan preguntas básicas. ¿Por qué desde que comenzó la guerra en Ucrania decidieron mantener la oferta de petróleo baja y los precios altos? ¿Por qué están pidiendo más permisos para perforaciones cuando ya tienen más que suficientes? Y si de respuestas se trata, también es un buen momento para preguntarles cómo planean asumir la responsabilidad por los 9 millones de toneladas de metano y contaminantes tóxicos que arroja la industria petrolera y de gas cada año, lo que envenena a las comunidades afroamericanas y de color desproporcionadamente.
¿Por qué por un lado hablan sobre la necesidad urgente de reducir las emisiones, mientras que por el otro hicieron todo lo posible para hundir la Ley Build Back Better? Este proyecto de ley esencial incluía una expansión sustancial de la energía limpia y era un paso hacia adelante para comenzar a reducir la dependencia tóxica de los combustibles fósiles. Si escuchamos excusas, simplemente aumentaremos la presión usando nuestros megáfonos para difundir un hecho innegable: las grandes petroleras están enviándoles $88 mil millones a los accionistas, mientras el resto del país sufre las consecuencias de las alzas en el precio del petróleo. Para las comunidades de color, esto es particularmente apremiante ya que gastamos más de nuestros ingresos mensuales en combustible, lo que nos deja más vulnerables a los incrementos inesperados en los precios.
Si no nos aseguramos que las personas en posiciones de poder sepan lo importante que es para nosotros obtener respuestas por parte de las petroleras, como comunidad, consumidores y votantes, entonces nunca las obtendremos. Y cuando se trata de lo que queremos o necesitamos, los números no mienten. Una mayoría enorme de los votantes latinos, el 86%, quiere que las compañías petroleras y de gas paguen por la contaminación que crean. La mayoría de los latinos están preocupados por los impactos en la salud de los combustibles fósiles, especialmente si consideramos que más de 1.81 millones de latinos viven a menos de media milla de las instalaciones existentes de petróleo y gas. Más aún, cerca de 1.78 millones de latinos viven en condados que enfrentan un riesgo de cáncer por encima del nivel de preocupación de la EPA por las toxinas emitidas por estas instalaciones.
Esto demuestra que a los latinos no sólo nos importan estas respuestas, sino que estamos presentes, y estaremos poniendo atención a lo que los directores ejecutivos de las compañías petroleras y de gas tienen que decir al Congreso y cómo nos rinden cuentas a nosotros, a nuestros hijos y a nuestras comunidades.