¿Será posible que una sociedad se reinvente?, ¿cómo?
Algunos estudiosos definen la reinvención como un cambio a mediano o largo plazo en respuesta a situaciones adversas o a la necesidad de ser diferentes. Es un proceso planeado en donde los aspectos clave son los indicadores orientados a resultados. Cuando no se tiene lo proyectado y esto se sostiene durante el tiempo, es necesario hacer una evaluación y profunda introspección, para decidir qué hacer: permanecer y morir en el camino o bien, cambiar con disrupción.
Hay una expresión que se atribuye a Albert Einstein que dice “si quieres obtener resultados distintos haz cosas diferentes”.
El cambio en indicadores siempre está asociado a la gestión de sus líderes. En las empresas, si el líder no obtiene los resultados proyectados y aún más, no cuenta con las habilidades para hacer una reingeniería en la organización, lo más probable es que salga.
Conocemos el ejemplo de empresas que se han reinventado en momentos de éxito y otras que lo han hecho de manera reactiva para no quedar fuera del mercado. Los especialistas señalan que es en los momentos de éxito cuando preferentemente se debe pensar en la reinvención; ejecutarla a partir de una posición de fuerza, de seguridad.
La reinvención nos permite valorar nuestros conocimientos y competencias para potenciarlas en un futuro próximo.
Tiene que ver con capacidad, conocimientos, confianza y, sobre todo, voluntad para hacer los cambios necesarios. Considera la innovación, la creatividad, pensar diferente. Es una actitud en la carrera de vida que se traduce en acciones diferentes a lo que se hace en el presente y con la visión al futuro.
Demanda cambios profundos en la organización, partiendo de las fortalezas que se tienen, de su DNA.
Si extrapolamos la reinvención a una sociedad, el punto central está en la calidad de vida de sus habitantes, indicador que se asocia a la gestión del gobierno, en especial del presidente. Siendo muy elemental, el principal objetivo de un gobierno debiera ser el bienestar de su población. Que todos tengan oportunidades de desarrollo y empleo; con acceso a servicios para proteger sus derechos humanos; con estado de derecho, con libertad. Si esto no se tiene, es obvio que se necesita un cambio de estilo de gobierno y por consiguiente líder.
La historia nos da ejemplos de países prósperos y de aquellos que están sumidos en pobreza por visiones equivocadas de sus líderes políticos. Y es que la sociedad entrega la administración de los recursos públicos al gobierno.
Pero también es cierto que una sociedad no funciona solamente por el gobierno; este no es lo único que nos puede salvar o hundir. La suma de esfuerzos de la sociedad organizada, las organizaciones y las empresas, en su trabajo colaborativo con el sector público es lo que puede llevar a mejores condiciones de vida. Todos unidos en proyectos comunes.
Reinventar una sociedad requiere esfuerzo conjunto. Sí, se necesita elegir buenos gobernantes, exigir resultados, demandar cuando no cumplen, pero también es necesario cambiar la forma de organizarnos como sociedad y tener una renovación profunda en lo personal y como ciudadanos. Empezando por participar en la vida pública, romper cadenas de corrupción, privilegiar los productos nacionales y tener visión compasiva hacia los demás.
Ojalá como sociedad realicemos un proceso profundo de renovación. Es compromiso moral de todos, atender la desigualdad, la violencia, la intolerancia, la pobreza, la discriminación. Tener una verdadera movilidad social.
También será necesario que nuestras estructuras políticas en México, partidos, congreso, instituciones y organismos independientes se sometan a un proceso de reinvención en el que incorporen mecanismos de pensamiento crítico, diálogo constructivo y garanticen la participación ciudadana en libertad y respeto. Vaste observar qué ha funcionado en otros países y cuáles son los riesgos que pueden llevar a situaciones críticas o a niveles de vida de calidad para todos.
Creo que es evidente que en México necesitamos revisar el contrato social que tenemos los ciudadanos con el gobierno porque los indicadores de gestión gubernamental que tenemos no han dado los resultados de prosperidad igualitaria que necesitamos.