Qué molesto es advertir el cinismo, la mentira y la delincuencia. Sí, las tres cosas. Enoja sentirnos nuevamente sorprendidos por quienes se dicen cumplidores y “la vuelven hacer”. La paseada y exhibida de Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, hace días en un restaurant de la Ciudad de México, es una bofetada a la ciudadanía que espera ver a los delincuentes en prisión, y para el gobierno de la 4T que queda en evidencia de hacer acuerdos con bandoleros.
Y aunque la fiscalía general de la República señale que el proceso sigue avanzando y que Emilio L. tiene hasta el 3 de noviembre para aportar las pruebas prometidas, su exposición pública muestra que goza de privilegios en su arraigo domiciliario. ¿O usted cree que Lozoya no tiene acuerdos de protección con la fiscalía general?
AMLO señaló: “Yo creo que es legal, pero es inmoral que se den estas cosas.
Es una imprudencia para decir lo menos, un acto de provocación”. ¡Claro que los provocó y enojó!, los puso en evidencia de ineficiencia y argucias. Y es aquí donde una vez más, Emilio L. fue cínico, y digo una vez más, porque desde que ocupó la dirección de PEMEX mostró doble cara, y no tener vergüenza de formar parte de una mafia de ladrones.
Los casos Odebrecht y Altos Hornos de México son las referencias de corrupción más escandalosas no solo en México sino en América Latina; surgieron en 2017 e involucra a políticos, empresarios y por supuesto a Lozoya como ejecutor. Lozoya es un delincuente, tuvo el descaro de involucrar a su mamá, esposa e hija quienes fungían como sus prestanombres. Seguramente estaba confiado en que no pasaría nada.
Lozoya disfruta desde julio 2020 de arraigo domiciliario con brazalete electrónico que le ha evitado ir a prisión. Es acusado por lavado de dinero, cohecho y asociación delictiva. Es un delincuente, con cuentas en el extranjero y paraísos fiscales. Él se declaró inocente de todos los cargos y señaló ser presionado e intimidado por sus jefes; ofreció delatar a los verdaderos delincuentes, Peña Nieto, Videgaray, legisladores, entre otros, otorgando las pruebas necesarias lo que le valió ser considerado testigo protegido, amparado en el criterio de oportunidad. Sin embargo, su promesa de presentar a cómplices y encubridores no ha sido cumplida ni se conocen las pruebas ofrecidas, en su caso.
Han pasado 15 meses desde su extradición de España y él sigue libre y con guardaespaldas. Demuestra la discrecionalidad en la aplicación de la ley y que la justicia se ha vuelto partidista.
Lozoya al igual que Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos, son cínicos, mentirosos y delincuentes. Ancira, salió de prisión en abril 2021 al llegar a un acuerdo reparatorio con PEMEX con el que pagaría 216 millones dólares por la compraventa irregular de la planta AgroNitrogenados. En consecuencia, la FGR suspendió su proceso penal por lavado de dinero en espera a la devolución de la cantidad pactada que podrá realizar en tres pagos, cada 30 de noviembre, hasta el 2023. De no cumplirse, el proceso penal se reanudará y se tomarán las propiedades dejadas en garantía.
Mientras, Ancira está libre, con la ficha roja de la Interpol suspendida y viviendo en Estados Unidos de donde posee la ciudadanía. Recordemos que Ancira supuestamente sobornó con 3.4 millones de dólares a Lozoya para que este gestionara ante el Consejo de Administración de Pemex, la compraventa a sobreprecio de la planta AgroNitrogenados. Los
sospechosistas, confiados en la complicada extradición, en su caso, sugieren que no pagará, que venderá AHM y argumentará persecución política.
AMLO dice de Ancira: “yo le recomendaría que cumpliera, que no le haga caso a quienes le están recomendado eso, y también que nos les haga caso a los políticos, a sus amigos, porque ellos, como no es una acusación en contra de ellos, pues también le pueden estar diciendo: No va a pasar nada, no te preocupes”.
Esta es una contienda entre tramposos. Lo cierto es que la 4T sigue dando pena y generando enojo por ser el estandarte de las mentiras e impunidad. Cero en confiabilidad para AMLO y sus secuaces.
Los cínicos, incluyendo a los de la 4T, se siguen burlando de México.