A menos de tres meses de haber iniciado el gobierno, el presidente Pedro Castillo enfrenta una nueva crisis ministerial que ha desembocado en un nuevo gabinete presidencial al mando de Mirtha Vásquez y con una particularidad que permite que los peruanos tengamos un halo de esperanza: una conformación conciliadora que tiende un puente con el legislativo, que en este momento aún mantiene ciertas tensiones con la propuesta de gobierno del presidente Castillo.
La salida de Bellido resulta un paso fundamental en el proceso conciliador, ya que su postura y confrontación, además del peligroso discurso que manejaba amparado en la segregación cultural y en aquellas agendas que en su momento fueron dejadas de lado con la finalidad de reafirmarse frente a la población como un elemento transgresor que rompía con lo políticamente correcto frente a una minoría, pero con poder de decisión, que se reconocía más occidentalizada y con poco conocimiento del mundo andino, sus costumbres y tradiciones.
Sin embargo, lo más peligroso del hecho eran las vinculaciones de Guido Bellido al delito de apología al terrorismo, así como las cercanías de este y el presidente con Vladimir Cerrón, un personaje poco grato de la política peruana que hoy está vinculado a casos de corrupción serios derivados de su excargo como Gobernador Regional de Junín y que a la fecha es el fundador del partido que permitió que el actual presidente llegue al Palacio de Gobierno.
El juicio de que Cerrón gobierna detrás del ejecutivo es una idea que ha tentado a la opinión pública y a muchos analistas; no obstante, el panorama parece estar cambiando y el gobierno parece haber tomado su propia línea de decisión. Tan es así que el propio Cerrón declaró que “le toca al presidente elegir entre lo conservador o lo revolucionario”.
Respecto a Castillo hay mucho que señalar. El manejo político que realizó del tema frente a la población, otorgando seguridad y teniendo la firmeza suficiente para instar a Bellido a renunciar poniendo “al país por encima de las ideologías políticas” resulta un paso respetable que permite aún tener la esperanza en cuanto al desarrollo de este gobierno.Nos queda estar pendientes en cuanto a las próximas decisiones que tome este nuevo gabinete. Personajes como Mirtha Vásquez y la agenda propuesta para esta semana, que tocó tres temas importantes tales como el trabajo a corto plazo, el pedido del voto de confianza al Congreso de la República y cómo articular de una mejor manera las acciones del gobierno deben ser las piezas fundamentales para que avancemos a paso firme hacia un Perú mejor.