Andrés Manuel anda muy cocoreador con BIDEN. Para los mexicanos, esta expresión refiere a molestar, importunar, provocar pleitos, pero, como diría mi abuela: “no sé a qué se atiene”.
El que cocorea se cree muy fregón, espera los reflectores para presumir lo que, en realidad, no es ni tiene. A quien molesta, lo percibe como superior o vulnerable, caen las dos situaciones, para llamar su atención y demostrar superioridad. Lo que quiere es proyectar fuerza y sabiduría. Sin embargo, se corre el riesgo de que el rival puede responder y no creo que, en este caso, nos convenga hacer enojar a nuestro principal socio comercial que es Estados Unidos.
Tres situaciones de la semana pasada de AMLO hacia los vecinos.
Primera. La invitación a Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, en nuestros festejos de independencia representó una afrenta para muchos mexicanos.
Además de ser un festejo “íntimo y local”, es una celebración a la soberanía en reconocimiento al logro de los ciudadanos en los valores de libertad, democracia, expresión y respeto de los mexicanos. Y aunque AMLO justificó la invitación, el gobierno que representa Díaz-Canel se caracteriza por la represión.
Recordemos que en la pasada protesta de los cubanos en julio, organismos internacionales, así como diversos países y la misma población, condenaron la represión con la que actuaron las autoridades cubanas, el uso excesivo de la fuerza y las detenciones que siguieron por expresarse contra el régimen.
En su mensaje en el desfile militar, AMLO señaló: “…celebramos con la participación del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien representa a un pueblo que ha sabido, como pocos en el mundo, defender con dignidad su derecho a vivir libres e independientes, sin permitir la injerencia en sus asuntos internos de ninguna potencia extranjera…el haber resistido 62 años sin sometimiento, es una indiscutible hazaña histórica…el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad y esa Isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.
“Ahora solo agrego que el gobierno que represento llama, respetuosamente, al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos.
“Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito –algo que no parece probable por la dignidad a que nos hemos referido–, repito, si tuviera éxito, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco. En una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos” Y entre las arengas finales agregó: “¡Que viva la Independencia de Cuba!”
¿Así o más directo contra Estados Unidos quien tiene una relación tensa con Cuba?
Un significado diferente tendría si AMLO señalara que “levantar” el embargo debiera ir de la mano de un cambio de gobierno y reformas políticas basadas en el respeto a los derechos humanos y libre elección del pueblo de CUBA.
Segundo. López Obrador ha expresado que la Organización de los Estados Americanos (OEA) debe ser reemplazada “por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”, en clara alusión a Estados Unidos. Aunque este tema no era el central de la VI Cumbre de la Comunidad de EstadosLatinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebró el pasado fin de semana con la participación de 17 jefes de Estado o gobierno, la iniciativa mexicana de una nueva organización, en la que no está Estados Unidos, sólo se revisó sin llegar a una posición puntual, aunque sí hay una apuesta a la integración latinoamericana en temas que son desafíos de la región. Es muy claro que esta propuesta es de México “montonero” contra Estados Unidos.
Tercero. El lunes pasado, AMLO dio lectura en su mañanera de la carta que envió a BIDEN a principios de septiembre para atender el problema migratorio. En ella expresó:
“…(la intervención y actuación) con urgencia, prontitud y se invierta en Centro América, que los programas que se están aplicando en el sureste del país (como Sembrando Vida) se puedan aplicar de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador”.
“… no debemos quedarnos solo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo.
“…Con estos dos programas (Sembrando vida y Jóvenes construyendo el futuro), si el Gobierno de usted decidiera asumir esta decisión de manera ejecutiva, nosotros estaríamos plenamente dispuestos a colaborar con asesoría experiencia y trabajo.
“…Actualmente, mientras usted hace un esfuerzo extraordinario para dispersar fondos, fortalecer el consumo interno y reactivar la economía de su país, una considerable suma de ese dinero, termina en los mercados de Asia, y no deja de ser paradójico el que un estadounidense deba esperar tres meses para recibir un refrigerador cuando en América del Norte podríamos producir todos los electrodomésticos que consumimos.
¿Usted cree que Biden necesite este tipo de consejos irónicos y demandantes?
Hay una expresión coloquial que dice “el que se lleva se aguanta” falta ver la respuesta de BIDEN, lo cierto es que no hay necesidad de exponerse, ciertamente AMLO es cocoreador por naturaleza, pero, necesitamos más inteligencia en nuestras relaciones internacionales, ¿la tenemos?